Los socios de AMEC visitan las Bodegas Pérez Barquero en Montilla (Córdoba)

Dentro de las actividades que realizamos en la asociación, están las visitas a diferentes Bodegas, tanto de la provincia de Málaga como de otras andaluzas. En esta ocasión le ha tocado a las Bodegas Pérez Barquero, en Montilla (Córdoba). Fue el pasado sábado 22 de octubre, y a pesar de que el día amaneció lluvioso en Málaga, a mitad del camino ya lucia un sol espléndido.

Nos reunimos alrededor de 30 socios y amigos de AMEC, y una vez en las instalaciones de la bodega, Teresa, la responsable de la misma nos hizo un recorrido por todas sus instalaciones. 

Primero nos dirigimos al lugar en donde se encontraban las barricas en criaderas y soleras, allí nos explicó que para que los vinos generosos de Pérez Barquero adquieran las magníficas cualidades que los distinguen, a la contextura albariza del suelo, a la riqueza y finura de la uva y al clima único de Andalucía, es necesario añadir un proceso de envejecimiento natural. En las Bodegas , después de una rigurosa selección, se "rocía" el vino en botas de roble americano alineadas en cachones.

También nos contó algo de la historia de la bodega. Fue a principios del siglo pasado al sur de Córdoba. Montilla, en donde el trabajo artesanal y la tradición mantenida en la crianza de los vinos desde la época romana, dan vida a un hermoso pueblo. En este marco ideal nacen, en el año 1905, las Bodegas Pérez Barquero. Desde su fundación, Pérez Barquero ha cuidado, con la mayor atención y esmero, todas las labores que giran alrededor de la creación mágica del vino.

Posteriormente nos dirigimos a la nave donde se guardan los vinos en ánforas binarias o tinas en la que es la propia naturaleza quien mejor cuida al vino, haciéndolo desarrollar por sí mismo la "flor" o película de levaduras vivas que cubren su superficie, protegiéndolo de la contaminación de microorganismos. Este sistema de crianza biológica bajo "velo de flor“, genuino de la zona, es el que da a estos vinos sus aromas y bouquets característicos.

Tinas o ánforas binarias

Velo de Flor

En estas bodegas, además de sus vinos generosos más emblemáticos, también producen brandy, vinagres y tintos.

Con especto a los brandies, lo hacen utilizando la uva blanca airén, se obtiene un vino con una graduación alcohólica de entre 10 y 13º, que es sometido a destilación de una o dos vueltas, siendo la segunda o doble destilación, realizada en alambiques de cobre, la que da lugar a los aguardientes de mayor calidad. Este aguardiente refinado recibe el nombre de "holandas", con 65 grados. La mezcla de holandas y destilados vínicos es sometida al proceso de envejecimiento tradicional de "Criaderas y Soleras", mediante el cual va adquiriendo el color y aroma que le proporcionan los taninos de la madera.

Brandy en criadera y solera

Teresa, también nos habló del vinagre producido por Pérez Barquero, el cual es el resultado de una combinación del tiempo y de un celoso y cuidado esmero, con una tradición iniciada en 1905. Procede de la fermentación ascética del vino y es envejecido en botas de roble americano, siguiendo el tradicional sistema de “Criaderas y Soleras”.

Y para terminar la visita, nos dirigimos al salón en donde se realizan algunos eventos y nos dio a catar 5 de sus vinos, mientras se proyectaba el audiovisual “El vino de nuestra tierra”.


Los vinos fueron Joven “Viñaverde” y Fino, Amontillado, Oloroso y Pedro Ximénez “Gran Barquero”, acompañados de un pequeño aperitivo.

Sobre las 2 de la tarde nos dirigimos al Restaurante Los Arcos para almorzar, en donde fuimos atendido por Antonio, el encargado del local, con un servicio impecable, así como los platos servidos en la comida.

Más fotos de este dia.

Llegando a la bodega

Catando vinos

Catando vinos

Catando vinos

Catando vinos

Catando vinos

Nos vamos a comer

Y a las 5 de la tarde, una hora muy taurina, nos volvimos a Málaga, que algunos tenían prisa porque había un partido  fútbol importante en el Estadio de la Rosaleda, y no se lo querían perder.

De vuelta a casa